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Miércoles 27 de marzo de 2024
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Dakar Legends Trail: Todos los caminos llevan a casa

Partes una y dos de este épico viaje a Dakar contaron cómo cruzamos grandes partes del Sáhara, recorrimos la costa del Atlántico a través del Sáhara Occidental y tuvimos problemas en la frontera con Mauritania. Así es como resultó todo.

No te rindas

Tras cuatro días en la frontera con Mauritania, la aduana marroquí admitió finalmente que no podíamos cruzar la frontera. Sin embargo, se nos permitiría transportar las bicicletas a través de Mauritania... en nuestra furgoneta. Y con un solo conductor, sin pasajeros. Así que no quedaba más remedio que cargar las motos en la furgoneta, coger un taxi de vuelta a Dakhla y desde allí tomar un vuelo a Dakar. Desde Dakar fuimos a Saint Louis, en la frontera con Mauritania, y allí esperamos a que la furgoneta y las motos llegaran al otro lado de la frontera. Perdimos mucho tiempo y dinero, pero estábamos decididos a llegar a Dakar. Incluso con las fronteras cerradas por culpa de Covid. O cualquier otra razón.

Hola, ¿embajada?

Sólo que... cuando llegamos al lado senegalés de la frontera en un 4×4 alquilado, no había rastro de nuestra furgoneta. Resultó que nuestro conductor todavía estaba lidiando con la aduana en Marruecos. En ese momento decidimos ponernos en contacto con la embajada. Con la ayuda del cónsul y la embajada de Senegal. Quien, a su vez, llamó a la embajada en Rabat. Hasta tal punto que la propia embajada nos llamó y nos prometió resolver el problema de la frontera rápidamente. Volvimos a tener esperanzas.

Gran decepción

Esa misma noche, recibimos una llamada de la embajada belga en Marruecos para comunicarnos que la frontera estaba cerrada. Y que no había nada que pudiéramos hacer al respecto. ¿Tal vez el transporte de las motocicletas en un barco podría funcionar? Pues no. Porque nunca fue la intención de enviar las motos al Dakar. Podríamos haberlo hecho desde cualquier puerto del mundo. El objetivo era llegar hasta allí y la decepción por no haberlo conseguido fue enorme.

La terquedad

Como la frontera con Argelia está cerrada desde hace décadas y el tráfico de transbordadores con España está cerrado, Marruecos se estaba aislando. Admitir que la frontera con Mauritania también estaba cerrada habría sido la confirmación del aislamiento total, pero nadie quiso admitirlo. Por otro lado, no nos dejaron cruzar la frontera, lo que supuso que insistiéramos todavía más y que nos costó mucho tiempo y dinero. Al final, si la embajada te dice que no se puede hacer, uno puede asumir que realmente no se puede hacer. En parte por decepción y en parte por terquedad, seguimos conduciendo hasta Lac Rose en un 4×4 alquilado, pero no nos sentimos nada bien. Ya habíamos dejado atrás la parte más dura y difícil, sólo quedaba un tramo de recta hacia Mauritania para llegar a las maravillosas laderas rojas que conducían a Lac Rose. Desde donde paramos, podríamos haber llegado literalmente a Lac Rose en dos días sin ninguna dificultad técnica.

Hubert Auriol también se rompió dos huesos cuando se dirigía a Dakar con la meta a la vista y como líder de la penúltima etapa. Para "L'Africain" debe haber sido mucho más duro, peor y más doloroso. Pero lo entendemos un poco mejor, porque estuvimos muy cerca de llevar una moto de 42 años y una de 42 días a Dakar.

 

Todos los caminos llevan a casa

Ya no tenía sentido quedarse en Senegal, podían pasar semanas o meses antes de que se reabriera la frontera. Así que volvimos a casa, todos los caminos conducen al final a casa. Mientras escribimos esto, la frontera con Mauritania acaba de abrirse de nuevo. Pero como todavía no hay ferrys a España, las motos siguen en nuestra furgoneta en Marruecos. Concretamente en Agadir, donde un guía local nos ha alquilado un garaje vigilado. ¿No sería maravilloso poder terminar el trabajo? Tal vez sea posible después de todo. Y no dude en leerlo todo en Gripping Stories.

 

Mira aquí el tercer episodio

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