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Viernes, Marzo 29, 2024
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Ruta de la Plata sobre los Bridgestone T32

Recorriendo la ruta 66 española

Recorrer la infame Ruta 66 es un sueño para muchos motociclistas. Al igual que muchos sueños, no es fácil de lograr. Sin embargo, existe una alternativa poco conocida para la carretera más legendaria del mundo y está mucho más cerca de casa. Atravesando la Península Ibérica de norte a sur, la Ruta de la Plata puede considerarse la Ruta 66 española.

Motociclista en España

La Ruta de la Plata es una ruta moderna basada en una antigua calzada romana, aunque su nombre proviene del árabe y hace referencia al tipo de firme (balata, camino asfaltado) y no al transporte de la plata como se suele pensar. Conectó algunas de las ciudades más grandes de la antigua Hispania y también sirvió para difundir la cultura romana. Se dotó de infraestructuras que hoy son importantes restos a lo largo del recorrido y siguió teniendo un papel preponderante en las redes de comunicación de la Península Ibérica en la Edad Media, durante los siglos en los que musulmanes y los cristianos compartían (o se disputaban) el territorio, la economía y la cultura; y ha mantenido su importancia desde entonces.

Una ruta en moto con historia

La ruta recorre cuatro comunidades autónomas y siete provincias en un eje norte-sur de 1000 kilómetros de largo y cubre más de 100,000 kilómetros cuadrados. Los viajeros pueden disfrutar viendo numerosos ejemplos de todas las culturas que han dejado sus huellas en la Península Ibérica: del mundo romano al barroco sevillano, pasando por el legado árabe, el románico (que alcanza su mayor esplendor en Zamora), la arquitectura gótica, etc.

Además, gracias a su recorrido e infraestructuras, es una ruta ideal para motociclistas. En este sentido, la Ruta de la Plata es una de las más completas y variadas que se pueden recorrer en moto. Gracias al clima meridional, puedes hacer la ruta los 365 días del año.

Lo hicimos en mayo en una MV Agusta Turismo Veloce equipada con el Bridgestone T32. La moto perfecta para esta ruta con los neumáticos perfectos. La Ruta de la Plata incluye partes antiguas y originales de la antigua ruta, pero también se puede optar por itinerarios más modernos. Las autopistas rápidas, los puertos de montaña o los caminos de grava son excelentes opciones. Hicimos todo eso, comenzando en la gran ciudad de Gijón. Situada en la costa atlántica, Gijón no es la típica ciudad española. Es verde, llueve mucho y, en general, no hay muchos turistas.

¿Carretera de motos fácil o desafiante?

Salir de Gijón nos planteó un dilema inmediato: tomar el camino fácil a través de Oviedo o bordear la ciudad por su derecha y tomar la ruta más desafiante a través del Parque Natural de Redes. Es uno de los beneficios de la ruta: no hay obligación de permanecer en el mismo camino. El pasaporte de motorista te permite registrarte en varios puntos intermedios a lo largo de la carretera y también obtener descuentos en muchos hoteles y restaurantes.

Después de un comienzo lluvioso y brumoso en Gijón y unas temperaturas bastante bajas en las montañas, el tiempo cambió una vez que pasamos León. A partir de ahí, fue cálido y seco, tal como se puede esperar durante el verano en el centro de España. Después de 300 km y demasiadas paradas para tomar café y hacer fotos paramos en Zamora para nuestra primera noche en La Ruta. Como ocurre en toda España, la comida y el vino fueron deliciosos, y la cuenta resultó muy asequible. Gijón-Zamora fue un gran primer día.

Disfrutando del jamón Pata Negra

Y el segundo día prometía ser aún mejor, ya que teníamos previstas paradas en Salamanca y en Guijelo. Alcanzamos nuestro primer objetivo en poco menos de dos horas, siguiendo la tranquila y rápida N66. Nos sentó bien poder pisar el acelerador en nuestra MV Agusta Turismo Veloce y disfrutar de la estabilidad a alta velocidad del Bridgestone T32. Un día antes nos asombró el agarre en las montañas lluviosas, ahora disfrutamos de la respuesta y el equilibrio a altas velocidades. Es genial viajar con neumáticos en los que confías al 100 por cien.

Salamanca es una de las ciudades más españolas de España. Hace calor, tiene mucha historia y magníficos edificios. Como todo buen turista debe hacer, buscamos la famosa rana de Salamanca (que resulta ser un sapo, por cierto) y dimos una vuelta para ver muchas de las famosas obras arquitectónicas. Si no hubiera sido por el calor abrasador, nos hubiéramos quedado más tiempo. Pero Guijelo nos llamaba. Puede que no parezca una gran cosa para la mayoría de las personas, pero si sabes que este pueblo es el centro de la industria de Pata Negra, sabes que es una visita obligada para todos los no vegetarianos. Una vez más nos topamos con una comida estupenda y asequible, pero esta vez añadimos un poco de jamón bastante caro a nuestro pedido. El jamón ibérico es conocido en todo el mundo, y el Pata Negra es lo mejor de lo mejor. El nombre hace referencia a la pezuña negra de los cerdos locales y la carne es única.

 

Circular por el recinto Unesco de Cacerès

Satisfechos con nuestro almuerzo y los dos jamones que compramos, continuamos por una de las partes más desafiantes de la ruta. No por las montañas o la lluvia, sino porque elegimos la opción de recorrer algunos de los trayectos originales de la Ruta de la Plata. Caminos empedrados y polvorientos nos llevaron desde Guijuelo hasta Cacerès, ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el corazón de Extremadura. El casco antiguo es una visita obligada, pero solo si vas a pie. Incluso en una motocicleta es muy difícil entrar. Tratamos de encontrar un hotel, pero ninguno de los hoteles que tenían vacantes nos pudo dar un lugar para estacionar las motocicletas. Al final, decidimos salir del centro de la ciudad, donde fácilmente encontramos un hotel, comimos una pizza barata y nos quedamos dormidos tan pronto como llegamos a nuestras habitaciones. ¡La combinación de 12 horas en moto y el calor español te garantiza una buena noche de sueño!

Todos los terrenos conquistados gracias al T32

Bien descansados ​​y con curiosidad por lo que estaba por venir, comenzamos el último día. Rumbo a Sevilla y una vez más 'disfrutando' del calor; empezábamos a acostumbrarnos a hacer la Ruta en verano. Hicimos una parada rápida en Sevilla pero llegar a una ciudad concurrida y con muchos turistas fue todo lo contrario a lo que habíamos vivido durante los días anteriores. Así que salimos de la metrópoli andaluza y dimos un último paseo corto hasta el encantador pueblo de Carmona. El lugar perfecto para terminar un viaje de tres días en una de los trayectos más impresionantes de Europa. La mezcla de cultura española, los diversos caminos y la excelente comida hicieron que el viaje fuese memorable. Tuvimos la suerte de montar en el T32, porque este neumático era la solución perfecta para la variedad de superficies que encuentras en este tipo de iniciativa. Mojado o seco, rápido o lento, limpio o polvoriento: el T32 tuvo un comportamiento excelente durante estos tres días de conducción. Sin preocuparnos por nuestros neumáticos o por la moto, disfrutamos este viaje al máximo. Y como hay tantas opciones para recorrer la Ruta De La Plata y todavía tenemos nuestro pasaporte de motocicleta, planeamos volver a hacerlo pronto. ¿Nos vemos allí?

Los números de nuestro viaje por la Ruta de la Plata

929 km recorridos

4 Comunidades Autónomas atravesadas

7 provincias atravesadas

72 litros de combustible

2 jamones Pata Negra comprados

31 horas sobre la moto

1 juego de neumáticos Bridgestone T32

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